Liliana Herrero

 El homenaje a Liliana Herrero, la voz que hace pensar

En el aula Héroes y Heroínas de Malvinas, la cantautora fue reconocida "por su defensa y reconocimiento de la cultura popular". "Quiero que el pasado no se coagule, que sea un puntapié inicial para seguir preguntándonos qué país somos", señaló.

"Faltan palabras. Esta es una época callada. Esta es una época cerrada. Faltan palabras. Faltan palabras cantadas, escritas, gritadas, dichas. Faltan palabras, compañeros. No tenemos tiempo. Yo no tengo tiempo. Juan Falú no tiene tiempo. Cristina Banegas no tiene tiempo. Hay que cantar, hay que hablar, hay que crear comunidad profunda. Una comunidad profunda es la que puede decirse aún en el disenso, aún en la disputa, aún en el debate. Faltan palabras sagradas y piénsenlo laicamente”. Esas palabras, justamente, son las que eligió Liliana Herrero cuando le tocó el turno de disertar en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la entidad académica que este lunes le entregó un reconocimiento a la “trayectoria por su defensa y fortalecimiento de la cultura popular".

En el aula Héroes y Heroínas de Malvinas, de la sede ubicada en España al 300, la cantora nacida en Villaguay recibió una distinción en manos del rector de la UNDAV, Jorge Calzoni, y aprovechó para reflexionar sobre el presente y futuro político-cultural del país. Y lo hizo con una gran capacidad de síntesis y contundencia. “Por supuesto que estoy agradecida por este reconocimiento”, dijo Herrero. “Yo quiero cantar, ¿Por qué? Porque quiero que el pasado no se coagule, porque deseo profundamente que el pasado sea solo un puntapié inicial para empezar a dar círculos al infinito preguntándonos a cada rato: ‘¿Qué somos? ¿Qué país somos? ¿Cómo queremos seguir? ¿Cómo queremos comprender? ¿Cómo queremos escribir? ¿Cómo queremos componer o cantar?’. Esas preguntas son imprescindibles”, resaltó.

“Y sé que no van a estar de acuerdo muchos conmigo, pero lo voy a decir: yo sé que estamos en el horizonte del capitalismo. Pero no me vengan a decir que vamos a humanizar el capitalismo. No lo voy a aceptar. Porque el capitalismo humanista es un oxímoron”, enfatizó la artista. “Lo que hay es muerte y sangre en el capitalismo. Y éstos quieren profundizar eso. Van mucho más atrás éstos. Por todo eso quiero nombrar a las personas, quiero cantar en una comunidad, quiero cantar en la libertad, quiero cantar en el abismo de saber que eso no es posible pero que lo vamos a lograr”, puntualizó Herrero. A su lado, la acompañaban el músico, docente y periodista Santiago Giordano y el sociólogo y ensayista Guillermo Korn. Nota aquì.



Micaela Domínguez Prost

 "Maradona es una brisa que atraviesa las historias"

La repetición de anécdotas en las que la mera mención del Diez salvó a personas en situaciones extremas llevó a que la escritora y cineasta se zambullera en un apasionante recorrido por culturas diversas unidas por el futbolista.

El cronista Diego Karol salva su vida en la peligrosa ruta entre Kaduna y Abuya, en Nigeria, ante el asalto de hombres armados en medio de la madrugada. El trotamundos en bicicleta Pablo García es perdonado por los traficantes de opio en Irán como si no los hubiese descubierto ocultándose en el medio de la nada contando millones de billetes, con sus Kalashnikovs a cuestas. Un hombre en estado vegetativo desde hace un mes en un hospital en Miami levanta por primera vez su mano, produciendo el milagro que la ciencia esperaba. Una mujer británica salva su pellejo en medio de la ocupación iraquí de Kuwait en 1990. Un argentino preso en un oscuro cuartito de Chad, en África Central, acusado de ser espía de Gadafi porque su pasaporte tiene un sello que da cuenta de su paso por Libia, es liberado sin más trámites. Todos ellos salvaron sus vidas por el solo hecho de expresar un nombre en el momento justo: Maradona. Esas son algunas de las historias que forman parte de La mano de Diego, el libro en el que Micaela Domínguez Prost recaba un puñado de historias en las que Diego Armando Maradona se transformó en un salvoconducto universal y oportuno.

El libro publicado por Editorial Octubre concentra diez crónicas que demuestran que Maradona es mucho más que el nombre de quien fuera el mejor jugador del mundo. La mano de Diego relata algunas situaciones que ocurrieron entre 1984 y 2018 en los más recónditos lugares del mundo, en las que el Diez se convirtió en un pasaporte de salvación para quienes sus vidas corrían serio peligro. Un anecdotario que expresa el amor incondicional y de múltiples significados que Maradona provocó en culturas tan distintivas como pocas futboleras, incluso, convirtiéndose en un símbolo mundial que sintetiza el talento pero fundamentalmente una bandera -inesperada, rebelde, nunca condescendiente- de los más desprotegidos contra el poder y las injusticias del sistema. Nota aquì.




Alfredo Le Pera

Alfredo Le Pera, el hombre detrás de Gardel: de la sombra a la fama y de la fama a la muerte, todo en tres años.

En ese lapso le escribió el guion de siete películas y las letras de todos sus éxitos, incluyendo El día que me quieras, que nadie dejó sin cantar. Y murió con Gardel, a los 35 años, en el accidente aéreo de Medellín.

La música, toda la música con sus creadores o intérpretes, está llena de grandes y dramáticas historias. Desde la de Isadora Duncan, la mítica figura de la danza, que murió estrangulada por su chalina de seda porque uno de los extremos se enredó en una rueda del Bugatti descapotado que la paseaba por Niza, hasta la de Rodrigo Bueno, el mítico cumbiero que, por perseguir a una camioneta que lo había pasado en la ruta La Plata-Buenos Aires, chocó a la altura de Berazategui y murió porque no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

Sí, algunas grandes tragedias suman una muerte absurda.

Esta que vamos a recorrer ahora tiene también ese condimento final. Es la de un poeta que vivió intensamente sus últimos tres años, la obra que creó en ese mínimo tiempo conoció la fama internacional y fue casi decisiva en la de uno de los mayores ídolos populares, murió envuelto en llamas en un absurdo accidente de avión a los 35 y su muerte no produjo el impacto que habría merecido porque fue opacada por otra, ni más ni menos que la de Carlos Gardel.

Sí, esta es la curiosa historia de Alfredo Le Pera y la de su composición más famosa, el tango canción El día que me quieras.

Existen, al menos, unas doscientas grabaciones de El día que me quieras de diferentes épocas. No es necesario nombrar a los cantantes de tango porque lo cantaron todos, pero hay que destacar que Jorge Sobral lo hizo con dos orquestas, Libertad Lamarque tiene dos versiones, María Graña, tres. Y Hugo del Carril la grabó tres veces, además de cantarla en dos películas, una con el mismo nombre, en 1969, y otra anterior, de 1939, La vida de Carlos Gardel. Todos los demás cantantes de tango dense por nombrados. Nota aquì.





Bebel Gilberto

 Bebel Gilberto: En el nombre del padre

Son once canciones más cercanas al recuerdo personal que al gusto general, lo que da forma a un homenaje sereno y respetuoso. “Este disco es una manera de contar nuestra historia”, dice Bebel.

Mientras se acomoda en la ventanita del Zoom desde su casa de Río de Janeiro, Bebel Gilberto cuenta que se despertó justo a tiempo para hacer la entrevista con Página/12. “Llegué anoche muy tarde de Nueva York”, se justifica la cantante y enseguida se predispone a la charla desplegando la ancha sonrisa. Hace unos días que Joao está en las plataformas y eso la hace sentir “contenta y aliviada”. Se trata de un trabajo que Bebel dedicó íntegramente a su padre, el inolvidable Joao Gilberto. Once canciones más cercanas al recuerdo personal que al gusto general dan forma a un homenaje sereno y respetuoso, que comienza en la elección del repertorio y se prolonga en la sutil actualización de aquel sonido que distinguió a uno los artistas más personales e influyentes del siglo XX. “Este disco es una manera de contar nuestra historia”, dice Bebel.

La cantante defiende su actitud artística de mirar siempre hacia adelante, aunque reconoce que para hacer este disco tuvo que revolver en su pasado como nunca antes lo había hecho. “No se fue si tanto como reconstruir mi historia, pero elegí las canciones que fueron parte de una etapa de mi vida. Crecí escuchándolas y eso me marcó. Por eso la selección es un poco particular, muy personal. Seguramente faltan algunas que fueron muy famosas, pero si para el mundo estas canciones podrían significar otras cosas, para mí representan mi infancia”, asegura Bebel. Nota aquì.



Luis García Montero

 POR SEPTIEMBRE...

Por septiembre
se te llenan de sótanos los labios
y es relativo el cielo
después de haberte visto preguntarle a la vida.
Pero también el cielo,
arrugado y preciso
como tu cazadora adolescente,
quiere estar entreabierto,
brillar recién amado,
descansando en la hierba
el peso de su larga cabellera de nubes.
Por septiembre
se te llenan de humo los síes en la boca.



Karmelo C. Iribarren

 LOS SUEÑOS

Lo fueron todo
y ya los ves
ahora,
abatidos por los días
iguales,
como pasquines en los charcos.
Vivir
se reduce
a esquivarlos.





domingo, agosto 27, 2023

Gustavo Santaolalla

“Creo en el trabajo, soy un 80 % transpiración y un 20 de inspiración”

El músico y productor argentino repasa su trayectoria artística y reflexiona sobre el rol social de su arte. “Quiero que el mucho o poco talento que tengo, sirva para afectar positivamente a la gente”, afirma

Tras el anuncio de su premio especial de los Latin Grammy, el compositor, productor y apasionado de la música Gustavo Santaolalla hace un repaso a su carrera y comparte sus próximos proyectos. “La idea del artista como alguien que proporciona un servicio a la comunidad me encanta”, cuenta en una entrevista por videollamada desde Los Ángeles. “Y cuando pasan este tipo de reconocimientos es como una valoración a esa intención del trabajo”.

El Premio del Consejo Directivo de La Academia Latina de la Grabación, que recibirá en noviembre en una ceremonia en Sevilla, España, se otorga a quienes han realizado importantes contribuciones a la música latina durante su carrera.

“Todos los reconocimientos los aprecio muchísimo; primero tengo claro que no son a mí, sino que son a mi trabajo y lo que representa obviamente es que ese trabajo ha conectado con la gente” señala y agrega: “Realmente quiero utilizar el don que tengo y el mucho o poco talento que tengo para afectar a la gente positivamente”. Nota aquì.






Nacional 6

 Los irreductibles de la Nacional 6

La vida en las localidades que jalonan la N-VI cambió radicalmente con la apertura de la A-6, la autovía paralela. Cerraron restaurantes, gasolineras, hostales… El tiempo se detuvo. Pero no todo es nostalgia. A lo largo de este cordón de asfalto de 609 kilómetros que une A Coruña con Madrid brotan propuestas en torno a la literatura, el cine y la música, que la convierten en una suerte de Ruta 66 española.

La carretera está viva esta mañana, pero, a veces, la vida no es más que un rumor de un pasado que se resiste a desaparecer. La Torre de Hércules sabe bien de rumores que se perdieron con el viento en este extremo norte de A Coruña. Elevado sobre un cerro de 50 metros, este faro, erigido en el siglo I y que presume de ser el de origen romano más antiguo del mundo, observa con su mirada circular dos horizontes en la lejanía: el del Atlántico y el de la antigua Nacional 6, popularmente conocida como N-VI o carretera de La Coruña: una vía de 609 kilómetros que, como un larguísimo cordón de asfalto y recuerdos, todavía une Madrid con la ciudad gallega, pese a sucumbir desde hace más de tres décadas al nacimiento y desarrollo de la A-6 (una de las seis grandes autovías radiales de España) que dejó a esta carretera y muchos de sus pueblos fuera de su tránsito esencial. “La vida era otra”, asegura señalando a la N-VI José Locay, un campesino jubilado de 86 años que reside en Pedrafita do Cebreiro, una de las más de 50 localidades por las que pasa esta carretera que atraviesa ocho provincias desde Galicia hasta Madrid, o viceversa. “Pero aquí estamos todavía cada mañana”, apuntilla señalando ahora a una de las mesas del bar La Ruta. Este anciano es una de las decenas de miles de personas cuyas existencias se vieron afectadas para siempre por el declive de una carretera que, en otro tiempo, fue de las más transitadas de la Península. Nota aquí.




sábado, agosto 26, 2023

Fede Comín

 Fede nos cuenta por Facebook.

Cuenta la leyenda, que un miércoles caluroso de un agosto madrileño en llamas, se juntaron unas personitas hermosas en torno a un cantautor asombrado, a celebrar la amistad, la música y la vida. Y cuentan que fue único y hermoso.
Gracias a todos y todas por venir a escuchar y a los amigos por venir a abrazarme. Flotamos. Las quiero mucho, personas del bien.










Ramón Serrano

 ME GUSTARÍA

¿Dónde están aquellas calles recién engalanadas?
¿Dónde aquellos días festivos
de claveles y confeti?
¿Y los ruidosos tranvías como monstruos?
¿Y las oscuridades escondidas en las esquinas del miedo?
eran tiempos graves
de pan negro y velas prendidas
en los cuartos del silencio
eran mis tiempos
fui feliz entre momentos de tristeza
jamás de desaliento
siempre he creído en otras calles
nuevo trazado
asfalto recién puesto
calles que irían a dar a lejanos puertos
con barcos de crocante y muelles de nata
frente al mar calmo
y así crecí y me préparé para cuando llegara
la dulce primavera de la esperanza
me gustaría pasear por aquellas primeras calles
de claveles festivos y caballos emplumados
junto a las músicas de estos tiempos
sin tambores de guerra
(es un decir)
sin cuartos oscuros ni cloacas
con el aire perfumado de gardenias
y el poema que llevo escribiendo tantos años
me gustaría tanto que esas campanadas que ahora suenan
fueran las que antaño nunca sonaron
el pasado y el presente tomando el sol
en la playa de las aguas verdes
donde las esperanzas toman el brillo de esmeraldas
y el cielo es azul como el azul del mar
y no tienen infierno
ni cloacas.



viernes, agosto 25, 2023

Rodolfo Serrano

 En la noche, al lado de ella

Pienso en mí,
ahora que estoy viejo
y que ronda la muerte por mi casa.
Aquel niño que he sido,
los veranos
de purísimo oro y emociones.
Y aquella juventud aborrascada
-como escribió don Antonio-
que yo ahora
contemplo como un sueño, solo humo.
Tantas cosas atrás. Tanta nostalgia
de los días de fuego
que se vienen
en noches como ésta hasta mi cama.
Fui feliz. Mas no repetiría
la vida que he vivido.
Cada vida
es un juego al tablero de la nada.
Distinto y con los dados
marcados en la última jugada.
Esos lejanos días
de amores y de olvidos,
estas noches de insomnio y soledad.
Tanta pasión vencida por el tiempo
tanto anhelo
perdido en la derrota.
Nostalgia de un hotel en las afueras,
un tiempo de palabras y de rosas.
Las ciudades
que nunca visitamos,
las frías madrugadas
y el silencio
y esa lluvia sagrada del invierno
en un pueblo lejano de nosotros.
Hoy espero, serenamente espero.
Ya no hay nada
que pueda hacerme daño.
En la ventana
se abre, al fin,
como un ramo de flores,
la certeza de ser sombra tan solo,
la sombra de mí mismo que se aferra
fieramente a tu nombre,
la palabra
que me guía a la luz
que busqué siempre.
(Teniéndola tan cerca).
Foto de Raul Cancio.



jueves, agosto 24, 2023

Estación 38 Bar

 “Era el ícono del pueblo”: restauró una estación de servicio Art Decó abandonada y le devolvió el brillo original de 1938.

En Alicia, Córdoba, Federico Mallia, de 33 años, armó un bar respetando la estructura Art Decó de una construcción que estaba destina a ser demolida.

“Creo en Argentina”, confiesa Federico Mallia, de 33 años. Restauró una vieja estación de servicio YPF de 1938 que estaba abandonado en su pueblo Alicia, en el este de Córdoba. La convirtió en un bar y le devolvió a esta pequeña localidad de 3500 habitantes un punto de encuentro, pero también parte de su identidad.

“Fue el ícono del pueblo”, cuenta. Vandalizada, y cuando todos pensaban que iba a ser demolida, la compró en 2019 y comenzó con su sueño de recuperación: “Siempre me dijeron que estaba loco”, confiesa.

Cuando entró por primera vez, sintió muy mala energía en la estación. Después de un año de negociación, y con varias corridas cambiarias, en medio de las reiteradas crisis y cuando muchas veces creía que no iba a ser posible, pudo comprarla. No tenía llaves ni puerta, le habían robado todas las aberturas. “Me dije: ‘toda esa mala energía la voy a convertir en buena, la estación va a vibrar diferente’”.

“No sabía bien qué iba a hacer, solo quería restaurarla –afirma Mallia–. Daba muy mal aspecto al pueblo”.

“Me parecía que había que darle vida”, cuenta. Dos años y medio tardó la restauración. No descansó un solo día, se alió con un arquitecto de Las Varillas (a 25 kilómetros), quien se obsesionó como él. Federico comenzó solo a limpiar. Las paredes estaban con hongos, la estructura a punto de colapsar. Inició el proyecto por la fachada. Los vecinos comenzaron a ver movimiento y, acostumbrados a ver un espacio abandonado desde 2010, se esperanzaron. “Muchos creían que había que derrumbarla”, dice Mallia. “A mí me volaba la cabeza la idea de volver a abrirla”, dice. Nota aquí.