Fue una noche para no olvidar, dos cantautores, dos comediantes, dos actores, dos sinvergüenzas, dos apasionados, dos entregados, 12 músicos en escena, un alma, un sueño hecho realidad, “Dos pájaros de un tiro” alborotaron “la parvada” y guiaron en la noche a un lugar que enamora y que encanta.
Y es que Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat o Joan Manuel y Joaquín Sabina hicieron de la Plaza IV Centenario una delicia y un encanto, dos conquistadores llegaron a la Nueva Vizcaya y se impusieron a un pueblo que ante su encanto dobló las manos. Leer nota.
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