Por tu ventana.
Es solamente una forma más de abrirme el pecho y aprender un poco más mientras me miro por dentro.La vida me ha enseñado que he de hacer las cosas sin que el pulso se acelere demasiado, sin mostrar una cara que no tengo.Tengo una edad que, de puntillas, me invita a analizar las cosas que me pasan desde debajo de una ropa bien cómoda y (a menudo) desde el sillón.Visita el blog de César.
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