domingo, noviembre 16, 2008

Benjamín Prado

¿Por qué no traer a España a Machado y Azaña?.
La muerte acaba en los Pirineos, al menos para la Ley de la Memoria Histórica, e incluso para el juez Baltasar Garzón, que en la causa que ha abierto contra el franquismo ordena abrir una serie de fosas comunes en España, entre ellas la que se supone que guarda los restos de Federico García Lorca, e investigar a algunos de los represores por lo civil y lo militar del franquismo, pero no dice nada de otras víctimas que cayeron más allá de nuestras fronteras, ni de otros verdugos que las cruzaron para detener a los dirigentes republicanos que habían salido del país para esquivar la muerte, como Lluís Companys. Leer nota.

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