El recuerdo de Machado moviliza a los hijos de los republicanos.
Paco Ibáñez pedía ayer permiso a Antonio Machado para apoyar su pie sobre la lápida del cementerio de Collioure (sur de Francia) y dar así sustento a la guitarra. Luego se arrancó con "Ya hay un español que quiere / vivir y a vivir empieza...", de Proverbios y cantares. Apenas se le oía, la tramontana soplaba con fuerza y sacaba brillo al cielo. Pero cuando llegó a la estrofa de "Españolito que vienes/ al mundo, te guarde Dios. / Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón", la consigna se extendió como reguero de pólvora entre las 300 personas reunidas y fue un canto unánime y entrañable para recordar al poeta muerto hace 70 años y a los ideales republicanos a los que fue fiel hasta el último día. Leer nota.
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