El lado claro de Bersuit Vergarabat.
Con una imagen gigante del satélite natural de la Tierra a sus espaldas, Bersuit Vergarabat inauguró su Luna llena en el Luna con una intro de raigambre acústica seguida por una versión ídem de Madre hay una sola. Y, acto seguido, llegó el turno de la que podría considerarse la excusa con la que vendieron el show de un jueves non sancto: Luna hermosa, de su último disco de estudio. Sentados formando una especie de medialuna sobre el escenario, con un espíritu de fogón y guitarras criollas en mano, la banda se entregó a una búsqueda de la intensidad en la emoción. O, en los términos de su página web: "Saltando al vacío de un mundo sensible".
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