Con el pasado real, con el futuro como libertad.
Mi pasado es real, el futuro es libertad”, escribió Fito Páez en Circo Beat, hace ya quince años. El pasado como dato ineludible –imborrable pero también necesario– a la hora de pensar y pensarse hacia delante. Sin nuevo trabajo discográfico para presentar (lo último, de 2008, había sido No sé si es Baires o Madrid, versiones en piano de grandes éxitos de todos los tiempos, con invitados internacionales) los dos encuentros del cantante con su público en el Luna Park fueron más una divertida celebración con viejos amigos –arriba y abajo del escenario, no casualmente se refirió al público como “compañeras y compañeros de viaje”– que un show en donde el concepto “novedad” tuviera alguna importancia. Leer nota.
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