sábado, junio 13, 2009

José Tomás

Apoteosis de Tomás y Luque.José Tomás cortó una oreja al segundo, muy flojo, por una labor presominante sobre la izquierda, que no fue más completa por la flojedad del animal. El clamor llegó en el quinto. Lo saludó con seis verónicas rodilla en tierra. Realizó un quite por gaoneras de un valor estremecedor. Buen toro el de Cuvillo. Labor de trazos tomasistas desde los estatuarios del comienzo al remate. Fue una sucesión de muletazos ligados en el centro de la plaza, sin un solo enganchón, llevando al animal más allá de donde quería ir con sus fuerzas ya menguantes. Faena larga, pero no por ello de intermitencias, de forma que fue un conjunto mantenido en intensidad. Tras la estocada, dos orejas y rabo. Leer nota.

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