La ruta de los embargos.
Como la crisis había metido la cuchara en su cuenta del banco y se le había comido todos los ahorros, Juan Urbano no tenía presupuesto para irse de vacaciones, como tanta gente, porque todas las playas del país estaban a más euros de distancia de los que él podía soñar, de modo que su plan era hacer turismo en su ciudad, Madrid, que con el calor que hace es como querer bailar El lago de los cisnes mientras te pegan con una pala en los dedos de los pies. Leer nota.
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