Sangre, grandeza, torería.
La tarde fue una agitada tormenta de sensaciones. Que nadie se mueva, atención preferente al ruedo, conmoción, arrebato, entusiasmo, admiración y dolor. Sangre, grandeza y torería en una corrida para el recuerdo, para la emoción contenida, en la que la tauromaquia volvió a alcanzar el esplendor que la ha hecho grandiosa a través de la historia. Leer nota.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario