A los 99 años murió la novelista.
Fue cronista, poeta y novelista, pero reducir su figura al desempeño literario sería inexacto. Ella fue, antes que nada, una figura de la escena cultural chilena de mediados del siglo pasado.
Fue cercana a Neruda (participaron en la misma directiva en la SECH y Neruda le prologó un poemario), y conoció a Salvador Allende, Fidel Castro y al Che Guevara. Los últimos años los pasó tocando todas las puertas posibles para liberar a su hija Sybila Arredondo, viuda del escritor peruano José María Arguedas que fue condenada a 15 años de presidio en Lima por supuestas relaciones con Sendero Luminoso. Sybila salió en libertad el 2002 y Matilde escribió Por ella, testimonio que recoge la experiencia de tener a su hija presa. Leer nota.
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