Paradojas del racismo.
Las vive Obama con frecuencia: los neoconservadores –republicanos o demócratas– lo consideran un racista al revés. No hace mucho, dos estudiantes negros golpearon a uno blanco en un autobús (www.stlto day.com, 15909) y Rush Limbaugh, comentarista radial y peso pesado de los círculos fundamentalistas de derecha, comentó en su programa: “Pienso que el muchacho (blanco) se equivocó, que no sólo fue racismo, sino racismo justificado... quiero decir, él no debía haber estado en ese autobús. Necesitamos autobuses segregados, fue una invasión de espacios. Estos son los EE.UU. de Obama” (mediamatters.org, 16909). Leer nota.
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