
Se acabó la convalecencia. El proceso de acomodo, la recuperación, la terapia de ponerse en forma. "Se podría decir que ya he salido del hospital y que ahora estoy más asentado, curado de los miedos, bastante mejor para el desagrado de muchos", bromea Joaquín Sabina (60), al teléfono desde Madrid, y a poco de sacar un nuevo disco llamado Vinagre y rosas, que está siendo adelantado en radios a través del sencillo Tiramisú de limón. Leer nota.
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