Fuimos Maradona
Señor Diego, mantenga su palabra. Fije día y hora, un lugar más o menos discreto, y varios millones nos pondremos en cola para ejercer la succión que usted comanda.
Es duro haber sido maradona. A todos nos sucede: lo hemos sido. Durante muchos años, la escena se repitió en los lugares más variados, con interlocutores tan distintos, con los acentos más diversos: Leer nota.
Hola Romano, gracias por tu acercamiento a mi blog...
ResponderBorrarsinceramente me suena un monton "el templo de las borracheras" no se de donde...
si se que te vi por el blog de Rodolfo...
un amigo en comun tal vez?
un abrazo