Ismael nos cuenta en su blog.
La rebelión de los hijos de Guillermo Tell
Cuando la fachada del espejismo empezaba a resquebrajarse algunos creímos asistir a la caída de un muro que hasta antes parecía de una invulnerabilidad diamantina. El legado de los apóstoles del fin de la historia había calado a fondo en los habitantes del planeta: el sistema era incuestionable pues se presentaba como victorioso ante los experimentos fallidos del bloque soviético. Cualquier cuestionamiento era o criminalizado o marginado, condenado al corral de la disidencia excéntrica e inadaptada. Leer crónica.
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