Deleita a los quiteños en un concierto cargado de canciones memorables.
Ante un coliseo Rumiñahui casi al completo, un espacio con capacidad para 12.000 personas, Sabina se presentó con el bombín que le caracteriza y una chaqueta de pingüino, y derrochó sonrisas y poesía en las más de dos horas que duró el recital. Leer nota.
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