
¿Y qué es de la vida de ese hombre que se empeña en vivir?
Se olvidó de morir. Está mal. Normalmente se encuentra ausente. A veces aterriza bien y a veces aterriza mal y se pone muy triste. Está muriéndose de viejo, muy lentamente. En mi familia paterna la longevidad es frecuente: mi abuela decidió cuándo se moría; creo que sólo se equivocó de día. En vez de un martes fue un miércoles. Papá todavía no lo decidió. Nota completa aquí.
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