El ‘fueye’ de la melancolía
El 31 de mayo de 2010 muere el intérprete y bandoneonista Rubén Juárez y con él, gran parte de la mejor historia del tango argentino. Juárez, el último gran cantante, la voz ronca al final de sus días, el bandoneón blanco, mezcla de Piazzolla y Goyeneche le hablaba a su instrumento, “de hombre a fueye [bandoneón]”, mano a mano, y cuando el bandoneón respondía el mismo Buenos Aires contestaba. El gordo Juárez cerró con su partida la milonga más luminosa que conoció el tango. Cróníca completa aquí.
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