CrimenSakineh Mohamadi Ashtiani, de 43 años, es la prisionera iraní condenada a morir lapidada por tener un amante. La pena fue suspendida por las protestas internacionales, pero ella sigue presa en Teherán y su hijo acaba de comunicar que ahora fue condenada a recibir 99 latigazos por el mismo “crimen”. No quedó claro si el nuevo castigo –que podría resultar mortal– reemplaza a la lapidación o simplemente la precede.
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