Lo que Sabina nos dejó
El grupo tributo “Malas compañías” y el escritor Christian Masello vivieron varias experiencias con sabor “sabiniano” que dieron un matiz distintivo al paso del español por Mar del Plata
Aún resuenan en la ciudad los ecos de ese torbellino de música y poesía llamado Joaquín Sabina. El recital que brindó el lunes en el Polideportivo merece el calificativo de inolvidable, como imperecedero es el recuerdo de lo que sucedió la noche anterior a ese show, en Mont, el bar ubicado en San Martín 3450, cuando el grupo tributo Malas compañías y el escritor Christian Masello, autor del libro “Tras las huellas del capitán Sabina”, compartieron una velada de música y literatura que contó con la visita del gran Pancho Varona, guitarrista y coautor de los más célebres temas sabineros.
Aquella noche de domingo (que duró hasta las primeras horas del lunes) se abrió con el grupo marplatense y su notable interpretación de canciones de Joaquín.
Luego subió al escenario Christian Masello, quien leyó varios sonetos y un texto escrito especialmente para la ocasión.
Fue el propio escritor el encargado de presentar a Pancho Varona. El músico tomó la guitarra y se despachó con una hermosa versión del clásico sabinero “Y si amanece por fin”.
Luego, Pancho, Malas compañías e incluso Masello, que hizo coros, se quedaron sobre las tablas para eternizar una velada que, tal como lo había pronosticado el propio Christian la jornada anterior, tuvo mucho de “fiesta pagana sabiniana”.
Pero las sorpresas para Malas compañías y el escritor no cesaron, ya que al día siguiente, con la actuación de Sabina en el Polideportivo, las gratificaciones tuvieron un plus.
En el caso de la banda marplatense, porque Pancho Varona, al finalizar el concierto, mostró al público una remera con el nombre del grupo y su apellido en la espalda.
Masello, en tanto, tuvo un encuentro, antes del show, con un Sabina en extremo amable, y una charla que, tal vez, derive en un nuevo libro.
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