Siempre el mismo espacio y tiempo
Hay días en los que preferiría quedarme en la cama hasta las doce. Pero ya sabes, en los tiempos que corren, uno debe dar gracias por mantener ciertos horarios estables y salir corriendo a la oficina. Confieso que muchos días quisiera quedarme en casa y no quitarme el pijama hasta las cinco, retenerte a mi lado y dedicarme a contar con calma cada uno de los lunares de tu cuerpo igual que un astrónomo escudriña con delectación el firmamento. Crónica completa aquí.
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