El Buen PastorYo soy el buen pastor. Tú lo sabías,
y por eso quisiste protegerme.
Entonces, muy menudo, como un suspiro de agua,
nadie hubiera podido imaginar
que en un torso pueril,
en una complexión indefensa y cambiante,
se estuviera nutriendo la osamenta
de un alto patriarca sin familia.
Completo
aquí.
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