Dos cosas más sobre el 15-M.
A la gente le habían contado ya todos los cuentos. Nadie quería ser engañado una vez más. Que no nos vengan con historias… Y de pronto llegó el 15-M. En una situación de grave descrédito de los compromisos públicos y de los representantes oficiales de la soberanía popular, la rebeldía callejera ha supuesto un factor de educación política. Conviene analizar muy en serio la cara y la cruz de los motivos que han facilitado esta energía cívica tan visible, capaz de tomar las plazas y las conversaciones. Crónica completa aquí.
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