Cierran la Richmond y Buenos Aires pierde uno de sus 60 bares notables.
Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Oliverio Girondo y todo el grupo de Florida (aquellos “niños bien”, según sus rivales de Boedo) solían reunirse allí, a mediados de los años 20, para discutir sobre vanguardismo, renovación cultural y compartir poesías. Y dicen los que saben del tema, que por sus mesas también pasaron personajes como Horacio Quiroga y Baldomero Fernández Moreno, que se mezclaron sin pudor entre muchos otros desconocidos. Nota completa aquí.
Se me encoje el alma de ver estos "Patrimonios de la Cultura" donde convive la palabra a las conversaciones de un café, y las autoridades, ni siquiera se planteen el protegerlos de la especulación. Por desgracia ocurre en muchas ciudades y pueblos del mundo, por poner un ejemplo, tan solo mirar a la Gran Via de Madrid.
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