
Pidieron que el café, comprado por un grupo inversor, siga en funcionamiento.
Unas 50 personas se juntaron ayer en la calle Florida para “abrazar” a la Richmond, la confitería que abrió en 1917 y está a punto de cerrar. La pérdida de un símbolo cultural de la Ciudad ha movilizado a vecinos, legisladores y ONG, todos preocupados por el patrimonio porteño . Nota completa aquí.
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