Pulga y leyenda
A los 24 años, a Leo Messi no se le adivina el techo tras alcanzar los 194 goles de Kubala, el mítico futbolista húngaro que justificó la construcción del Camp Nou.
Leo Messi llegó a Minsk siendo muy consciente de que si marcaba dos goles contra el Bate Borisov igualaría los registros de Ladislao Kubala. Y eso hizo: marcó uno de cabeza, aprovechándose de las enjabonadas manoplas del portero rival, y otro con un zurdazo espectacular, a pase de Alves, el futbolista del Barcelona que más asistencias le ha dado. Dos goles para sumar 194 y subirse al segundo cajón del podio donde hasta ahora vivía solo Kubala, el húngaro que cambió la historia del Barcelona, ese que obligó a construir un estadio nuevo, el Camp Nou, porque dejó pequeño Les Corts con sus goles; ese que marcó a toda una generación de culés; ese que la paraba con la cabeza, la bajaba con el pecho y la dormía con la izquierda, leyenda pura del barcelonismo que pervive, en bronce, inmortalizado en forma de estatua a los pies del coliseo blaugrana. Nota completa aquí.
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