Un burro volando nos cuenta en su blog.
Alberto Ballesteros.
Hace un frío intolerante en Madrid, el invierno nos ha invadido sin hacer prisioneros y ha degollado a un otoño que apenas nos ha habitado unos días: las hojas caen congeladas de los árboles. Hace un frío vehemente en Madrid que tirita carteras y apaga alientos de dragones, pero aún quedan refugios y caminos a Oz, aún quedan guitarras para zurdos y armónicas afinadas. Anoche hubo un refugio cálido en el Libertad 8 en el concierto de Alberto Ballesteros, que puso contra las cuerdas a este invierno traicionero y despiadado. Crónica completa aquí.
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