Impresiones desde allá al sur.
Las primeras lluvias torrenciales anuncian la clausura del verano austral, aquí, al sur, en un Buenos Aires donde el aire pesa, truena el bochorno y en Palermo crecen sillas donde abrevan las pájaras más dulces del país. Es una frase. No me malinterpreten. Me gusta escribir sin pensarlo mucho, disfrutando del mero placer de juntar palabras. Aquí en Buenos Aires, por cierto, las palabras todavía gozan de cierto prestigio, me refiero a las que se obsequian en tinta sobre papel, y los kioscos lucen un andamiaje de publicaciones diversas y las librerías son un gozo exultante. Crónica aquí.
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