Un lugar bajo la luna
Abandonado tenía este blog. Como un cuaderno moribundo; mira que soy. Dejarme llevar por el rumor interior de las olas, de un mar profundo....que irse. Irsus!!, venirsus!!, nominativo de la segunda declinación. Así gritaba aquél paisano a lomos de su caballo a los ojeadores, aquella madrugada fría de cacería, por los terruños embarrados de Val de Sto. Domíngo, Toledo. Rilke, Rainer María, decía que era el ombligo del mundo. Eran otros tiempos. Aquí en Costa Rica, mi nostalgia se combate sola, con la brisa que peina los volcanes y las palmeras de las playas vírgenes. Crónica aquí.
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