martes, marzo 20, 2012

Rodolfo Serrano


Tu abrigo

Adoraba tu abrigo portugués. Y yo pasaba
mi brazo bajo el paño azul. No he olvidado
tu perfume, el calor que me llegaba
de tu cintura. La dulce sensación
de un vientre que sentía
palpitar en la punta de los dedos.

Completo aquí.

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