martes, junio 12, 2012

Daniel Serrano

Lunes, depués del rescate.
Cuenta Baroja en El árbol de la ciencia que, mientras España perdía sus últimas colonias y se consumaba así el desastre del 98, los españoles se iban tranquilamente a los toros. Al de la boina esto le irritaba tremendamente. Bueno, somos así. Oscilando siempre entre el dramatismo y la despreocupación. Todo es trágico en apariencia pero, a la vez, en el fondo, nos importa un bledo. Lo digo porque, al final, hubo rescate y seguimos tan campantes y no sólo eso sino que la prensa española (la de derechas), como en el 98, se entrega con aplicación a disfrazar la realidad . Crónica aquí.

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