Buena gente, buena música y un "Manu Míguez" extrordinario.
El concierto que nos ofreció anoche –5 de julio– Manu Míguez en Madrid, tuvo lugar en la sala Dog&Roll que, por cierto, me gustó mucho. Es una sala pequeña pero entrañable, donde la música –en estado puro– inevitablemente te roza, consigue colársete dentro y te remueve el "buen gustito" y la sensibilidad; por otra parte es un lugar y un espacio que favorece la complicidad; anoche la sala estaba completamente llena, y fueron muchas las miradas, los guiños, los coros, las sonrisas y las caricias que acompasaron la actuación de Manu que fue extraordinaria y tremendamente cálida. Crónica aquí.
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