El olvido.
El juzgado número tres de Granada ha archivado las diligencias sobre la apertura de la fosa de Alfacar, donde se supone que está enterrado Federico García Lorca. Los jueces territoriales siguen ahora el guión establecido por una sentencia envenenada del Tribunal Supremo, que absolvió al juez Baltasar Garzón, acusado de prevaricación por asumir la causa de las víctimas del franquismo, cerrando al mismo tiempo las puertas a cualquier reparación judicial de las víctimas. Expulsado ya Garzón de la carrera judicial por otra de las causas abiertas contra él, pareció conveniente evitar el escándalo internacional y esquivar su condena por perseguir crímenes contra la humanidad, detenciones ilegales y desapariciones. Crónica aquí.
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