Donde el tango vive.
La mística del género renace en espacios barriales y auténticos donde explota la nueva escena.
Llegás con un dato. El frente de la casa no dice nada. Hay que tocar el timbre y esperar unos segundos. Subís las escaleras del antiguo PH y aparece una habitación de una casa en semipenumbras. Un trío de guitarras acústicas tocando un valsecito. Un par de parejas improvisando unos pasos en esa pieza con piso de madera. Todo transcurre en un silencio y una intimidad misteriosos. El tango debe haber nacido de esta manera. Nota aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario