"33" años de buena música, de imaginación, de sentimientos y de sensibilidades.
Lo pensaba hace unos días cuando me llegó el último disco de Paco Ibáñez; cuando tuve en mis manos el último de Luis Eduardo Aute –"El niño que miraba el mar"; y cuando la semana pasada escuchaba las últimas canciones de Suburbano y asistía a su concierto en la Sala Galileo...; ¡sí!, pensaba –y pienso–: no hay la menor duda de que la "canción de autor" sigue –como suele decirse– "vivita y coleando"; y además asumiendo una calidad inmejorable. Afirmación que sustento en la audición de esos tres discos realmente sorprendentes; tres obras tremendamente hermosas, emocionantes y, en consecuencia, esperanzadoras para el género de la "canción de autor". Crónica aquí.
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