sábado, noviembre 16, 2013

Quintín Cabrera

Y HOY CON "QUINTÍN CABRERA" Y CONTRA EL OLVIDO: «NAUFRAGIOS Y PALIMPSESTOS»

Dice Alberto Cortez, en una de sus más bellas canciones, que "cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río"; creo que Alberto tiene razón; razón que se reaviva en mi cada vez que la muerte me arrebata a una persona a la quiero, o a la que admiro. 

Últimamente –será porque me estoy haciendo bastante mayor–, cada vez que se me va una persona querida, o muy admirada, me vienen a la memoria las palabras de Alberto, y, con ellas, la imagen de un montón de tizones, o de ascuas encendidas –cada vez más–, que permanecen en mi interior sin que nada, ni nadie pueda apagarlas. Son, en realidad, presencias imborrables de seres humanos –y hasta de mis dos perros idos– a quienes quise mucho y no quiero olvidar. Nota aquí.


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