De carne somos
Tiene una parrilla en la que la gente come hasta que no puede más. Y dice que hasta en Brasil lo reconocieron por su local.
En Avellaneda se puede ser de Racing, de Independiente, de San Telmo, de Dock Sud, y hasta de Arsenal. Se puede haber vivido mejor con la intendencia de Jorge Ferraresi o la de Baldomero “Cacho” Alvarez. Se puede, también, en el teatro Colonial, ver a artistas tan antagónicos como Luciano Pereyra, Dread Mar I o Damas Gratis. Ir a la Ciudad en tren o en colectivo. Pero hay algo, en Avellaneda, que no se puede, que no da opciones, y es no conocer La parrilla del Tano. Nota aquí.
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