La memoria de Suárez
La pérdida de memoria es uno de los remedios mejor utilizados en la construcción de la España oficial. El alzheimer de Adolfo Suárez ha cumplido también su papel. Cuando Adolfo Suárez hijo convocó a la prensa para anunciar el fallecimiento inminente de su padre, sentí tristeza, y no por Suárez, que llevaba 11 años desaparecido, inexistente, sino por nuestro país, por el impudor del circo levantado sobre nuestra realidad.
Yo no voy a olvidar todas las manifestaciones en la que participé contra su política, contra los suyos, contra la España que representaba.
Pero Adolfo Suárez, ahora, tenía derecho a dejar de sufrir. La familia podía haberse limitado a emitir un comunicado anunciando su fallecimiento después de tantos años de enfermedad. No esperó a la muerte, convocó a la prensa para anunciar que se iba a morir y luego lloró delante de los periodistas. Las lágrimas falsas no conmueven, dan pena y vergüenza. Crónica aquí.
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