Entre el baile y la intimidad
El uruguayo tocó el sábado –repitió ayer- por primera vez en el mítico estadio, y se ganó la ovación del público.
“Y el hombre llegó a la luna”, dijo Jorge Drexler apenas se plantó en el centro del escenario del Luna Park, el sábado, a eso de las 21.15. Y la primera sensación es que, de verdad, es raro escucharlo hablar de su “primera vez” en el lugar en el que, “por ejemplo –bromea, o no tanto- luchó Martín Karadagian.” Es que, a esta altura, con una docena de discos editados, un Oscar ganado y otros cuantos trofeos, cualquiera –ay, el insano vicio de la generalización- pensaría que para el cantautor uruguayo el Luna ya es un lugar común desde hace rato. Pero no. “Ni como invitado”, agregó, por si fuera necesario despejar dudas. Nota aquí.
“Y el hombre llegó a la luna”, dijo Jorge Drexler apenas se plantó en el centro del escenario del Luna Park, el sábado, a eso de las 21.15. Y la primera sensación es que, de verdad, es raro escucharlo hablar de su “primera vez” en el lugar en el que, “por ejemplo –bromea, o no tanto- luchó Martín Karadagian.” Es que, a esta altura, con una docena de discos editados, un Oscar ganado y otros cuantos trofeos, cualquiera –ay, el insano vicio de la generalización- pensaría que para el cantautor uruguayo el Luna ya es un lugar común desde hace rato. Pero no. “Ni como invitado”, agregó, por si fuera necesario despejar dudas. Nota aquí.
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