DAVID TORRICO, «LA PRIMERA PIEDRA», Y UNA HERMOSA CELEBRACIÓN DE LA SENSILIBILIDAD. (CON "INTROITO" INCLUÍDO).
Hoy deseo iniciar este nuevo "cuelgue" pidiendo disculpas porque soy totalmente consciente de que en mis reflexiones personales sobre la "canción de autor", y sus creadores, hay una serie de observaciones –se las podría llama "principios"– que repito una y otra vez, machaconamente, con el riesgo de ser "pesao" y reiterativo. En realidad no me importa serlo, porque con ello lo que hago, o lo que pretendo conseguir, es apoyar y defender un "género musical" en el que creo radicalmente, y hacia el que siento tanto respeto que por nada quisiera que llegara a desgradarse. Crónica aquí.
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