Cantar esas canciones inoxidables
Ante una sala repleta y al frente de una banda afiladísima, el legendario guitarrista recorrió canciones de Almendra, Manal, Color Humano y su propia carrera solista, que demuestra que lo suyo no es sólo una apelación al pasado, sino también un rico presente.
Cuarenta y cinco minutos de The Division Bell, emblemático disco de Pink Floyd editado en 1994, fueron los que se disfrutaron en las mullidas butacas de la Sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza antes de que comenzara el concierto de Edelmiro Molinari y Los Amantes. Con un público fiel que lo sigue y espera, el fundador de Almendra y Color Humano volvió nuevo, como un fénix que renace con toda su gloria tras, en este caso, superar problemas de salud. Nota aquí.
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