domingo, enero 11, 2015

Joaquín Carbonell

CUANDO PASE LA EUFORIA

En cuanto pase esta explosión de euforia por la libertad de opinión, una oleada de excelentes intenciones que nos hace descubrir a gentes que siempre prohibieron cualquier crítica o chanza a sus ideas, y ahora se agarran a la pancarta de la libertad de expresión, cuando pase todo esto, habrá que tomarles la palabra y exigirles, en efecto, cumplimientos. Decirles que hace bien poco denunciaron (y pretendieron encerrar en la cárcel) a (por ejemplo) Javier Krahe, por filmar una burla inocente, casi infantil, sobre cómo se guisa un Cristo. Y en efecto, se armó el cristo. Salió libre por la decisión de un juez. Esperemos que este teatrillo no sea una burla y signifique, en efecto, LIBERTAD DE EXPRESIÓN, incluso con las cosas tan sagradas para ellos. No olvidemos: todas las personas son respetables, ninguna idea puede quedar fuera de disputa y controversia.



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