sábado, julio 11, 2015

Carlos Salem

De infancia y veranos

Los patios, que eran jaulas ya sin rejas.
La avenida, una ruta hacia lo extraño.
Los golpes no pasaban de collejas.
La muerte, aún  vivía en otro barrio.

Los sueños que nunca se cumplieron,
incendian las portadas de los diarios.

El miedo que pisaba mis talones
es ahora un espanto de escaleras.

Completo aquí.


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