jueves, agosto 20, 2015

Joaquín Pérez Azaústre

Mueren 32, 33, 34 mujeres


Mueren 32, 33, 34 mujeres. El verano se incendia con las cifras cambiantes, con su aroma esculpido entre golpes de arena coagulada y desnuda. No parece que haya ninguna solución entre las medidas actuales, como si todas las campañas, las arengas, los rezos y los ritos sólo nos condujeran a una repetición de la estadística. Cansa y desespera seguir escribiendo el mismo artículo sobre toda esta hornada de crímenes horrendos, nauseabundos, reanimados estos años en el mismo escenario ocupado, con su charco extendido sobre la geografía de un país anegado por líquenes amargos.Nota aquí.


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