David Moya muestra el valor de la música en el Café de Alba
Voy a revelar una historia que es a veces cierta y otras es verdad: con demasiada asiduidad suele pasar que las cosas más valiosas, aquellas que más queremos o aquellas que más podríamos llegar a querer, quedan soslayadas, arrumbadas o guardadas en algún oscuro y silencioso rincón lejos del alcance de la luz y del sonido, bien por nuestra falta de atención, bien por nuestra falta de sensibilidad.
Sin embargo, paradójicamente, aquellas cosas, que son entre todas las más valiosas, lejos de ajarse por nuestra falta de atención o de sensibilidad, siguen floreciendo día a día mientras que somos nosotros los que nos marchitamos por esa incapacidad para apreciarlas. Pues bien, anoche, en el Café de Alba tuvimos la suerte de presenciar una de esas cosas ciertamente valiosas: la música de David Moya. Crónica aquí.
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