EL CORAZÓN EN LA BOCA
Alguna vez
mi corazón se alza hasta la boca,
me entreabre los labios
y, bailando sobre las cuerdas vocales,
habla.
Desahoga su memoria
entre susurros,
descosiendo cicatrices,
poniéndole nombre a las heridas,
liberándose.
Cuenta los golpes que dolieron,
los días de presidio,
la parada de meses insensibles,
hecho piedra,
el deseo de permanecer ausente.
Completo aquí.
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