Silvio, el deseado
Silvio Rodríguez emociona en su multitudinario regreso madrileño, nueve años después, con un catálogo abundante y duradero
Silvio, el deseado. La cola se enrosca sobre sí misma en múltiples tirabuzones alrededor del Barclaycard Center, escenario este miércoles de un reencuentro nueve años demorado. Los músicos, un cuarteto de ligeras maneras jazzísticas, entregan un aperitivo instrumental que más parece prórroga para la acomodación del respetable. Y cuando por fin irrumpe el trovador, con ese porte cabizbajo y la visera gris, la ovación es tan unánime que el hombre, abrumado, no acierta a dejar de contemplar el piso. Pero las pasiones, en estos casos, son incontrolables. Tanto como ese "¡guapo!" que se eleva, nítido hasta devenir en afonía, en mitad de un pabellón habitado por más de 10.000 almas en permanente anhelo. Crónica aquí.
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