lunes, mayo 09, 2016

Ismael Peña

El regreso de Ismael Peña


Es el trovador en el sentido natural del asombro, de una narración ancha de luz sobre el peldaño lento de los días, bajo su piel de invierno mineral. La música de Ismael Peña me llegó, igual que tantas cosas hermosas de la vida, a través del entusiasmo de Rodolfo Serrano. Su música es la voz de momentos felices, de tardes invisibles con aroma de leña en el viejo Alatriste, con un blasón dormido en un tiempo cansado de haber permanecido en las palabras que se han ido extinguiendo entre el recuerdo de las horas lejanas, con los adoquines levantados entre el salitre en la arena, salpicando París. Nota aquí.



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