BUCLE PERFECTO
Así que
esto era entrar en un bucle perfecto.
Morder el miedo
y rodar, cuesta abajo,
recorriéndote.
Despertar creyendo un sueño
y encontrarte dentro de mi,
respirándome el deseo,
descubriéndome el placer
en los cuatro puntos cardinales de mi piel.
Alcanzar la altura máxima,
cerrar los ojos y vuelta a empezar.
Completo aquí.
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