“Mi compromiso es con la narrativa, no con el lector”
El autor de 'El pintor de batallas' y 'Hombres buenos' vuelve a la acción con 'Falcó', embrión de una saga de espías ambientada en la Guerra Civil y protagonizada por un tipo amoral.
A Arturo Pérez-Reverte, el autor de La piel del tambor o La reina del sur, le gusta el calificativo revertiano para referirse a obras como esas, donde la intriga novelística está mezclada con el espionaje, de cualquier tipo, o la violencia, sea ésta callejera, religiosa o mafiosa. A veces se ha escapado de ese adjetivo y de ese tono, que también subyace en su famosa saga de El capitán Alatriste, como en la muy melancólica El pintor de batallas o en El tango de la Guardia Vieja y Hombres buenos, en las que asume una voz más madura, más distante de aquellas trifulcas marineras o religiosas de algunas de sus novelas más famosas, y escribe como si estuviera navegando, pausadamente. Esta vez ha escrito una novela de intriga y acción, que sucede en un periodo muy difícil de convertir en ficción, el inicio de la guerra civil española, cuando Franco aspiraba a tener el poder él solo y persistía encarcelada en Alicante la sombra de José Antonio Primo de Rivera. Esa presencia-ausencia del líder de Falange y la posibilidad (que él recrea como ficción pero que en la realidad se vivió) de que fuera finalmente liberado el líder de Falange no resulta tan decisiva en el libro como el cinismo que domina la acción de los intervinientes en la trama. Nota aquí.
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